SEMANA SANTA – PRÓLOGO HISTÓRICO

Los primeros actos litúrgicos conmemorativos de la Pasión, Muerte y Resurrección, tienen lugar a finales del siglo XV. Los Pasos de Semana Santa, no será, con todos estos antecedentes, hasta el sigo XVII cuando se extienda por toda España la costumbre de representar, en las puertas de las Iglesias, debiendo ser adoptados por nuestro pueblo. Posteriormente, debieron evolucionar hasta integrarse en los desfiles y traslados procesionales, teniendo lugar a lo largo del recorrido las distintas escenas de El Paso.*

Datos del siglo XVIII, referidos a nuestra Hermandad, nos dan idea de lo acostumbrados que estaban los hermanos a llevar a cabo esas funciones.*

Al igual que en muchos otros lugares de Andalucía, todos los personajes que participaban en los Pasos, que se distribuían a lo largo del cotejo, llevaban rostros o máscaras ocultando su cara, a fin de que los personajes sagrados, no tuviesen las facciones de un vecino más. Los más importantes, lucían diademas en las que se recogía su nombre y se incidía en su carácter santo.Junto a ellos, Anás, Caifás, Herodes y Pilato eran protagonistas de las escenas de “los Tribunales”. Otros intérpretes secundarios eran los “romanitos”, jóvenes a caballo ataviados con armaduras que abrían las procesiones, el “abanderado”, los romanos y los “sayones”, estos últimos judíos partidarios del sanedrín que acompañaban en su amargo caminar al “Jesu” mofándose de él y maltratándolo. Fue tradición secular de esta Hermandad, que el personaje del “Jésus” fuera un ordenado “in sacris”, hasta el año 1967.*
Hasta la década de 1930 se realizaban en el “Entablao” de la Plaza Baja, entarimado de madera que se montaba en la fachada opuesta de la Parroquia de Ntrª Srª de la Encarnación. Las escenas eran llevadas a cabo por miembros de la Hermandad, que encarnaban los distintos personajes salvo el principal, el “Jesus” o “Jesu”, que quedaba reservado únicamente para un sacerdote o seminarista. Mientras se reproducían los “Pasos”, el párroco narraba las escenas desde un púlpito.
Con respecto al reparto de días, diremos que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno efectuaba desde tiempo inmemorial la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén, el Miércoles Santo por la tarde, también conocida como fiesta de “Palma” o “Pollinica”, la cual discurría entre la Ermita de San Sebastián y la Parroquia de Ntrª Srª de la Encarnación. Esta celebración aparece recogida en el Catastro de Ensenada (1751) como una de las oficiales de la localidad, acudiendo a la misma la corporación municipal, que costeaba sus gastos. Al término de la procesión se realizaba la representación del Paso correspondiente.
En la mañana del Viernes Santo tenía lugar la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores, talla que compartían las dos Hermandades del pueblo. El itinerario de la misma era similar al Miércoles. En el “Entablao” se representarán las escenas del Prendimiento, Juicio de Jesús ante Anás, Juicio de Jesús ante Caifás, Negaciones de San Pedro, Juicio de Jesús ante Herodes, Juicio de Jesús ante Pilatos y Flagelación, Condena a Muerte y Entrega de la Cruz. A su término, la procesión partía en sentido inverso hasta encerrarse en la capilla de la Hermandad.
Con respecto al Domingo de Resurrección el origen de su celebración por parte de la Hermandad es muy remoto. Ya en el siglo XIX, existe documentación que atestigua como los “hermanos de Jesús” celebraban la fiesta más importante del calendario litúrgico. En 1897 la Hermandad adquiere por donación del hermano Baltasar Gallego Fernández, vecino de Madrid, una talla de Nuestro Padre Jesús Resucitado, la cual fue bendecida por el Rvdº. Cura-Párroco de Alhaurín el Grande D. Domingo María de San Román, acordándose que con su licencia, la del alcalde y la del obispo se posesionase en la mañana del Domingo de Resurrección.
Por los datos que tenemos, conocemos que el orden de integrantes de las procesiones debieron sufrir poco cambios hasta 1930, momento en el que debido a los hechos históricos, se suspenden todos los actos.*

No es hasta, un nuevo Cabildo, en la fecha del 15 de marzo de 1957, donde la nueva Junta de Gobierno, deciden retomar esta festividad, recuperando las tradicionales procesiones. Comienza un nuevo periodo, manteniendo los horarios y días de celebraciones, similares a los anteriores a 1930. No obstante, las escenas de “Entrada de Jesús en Jerusalén”, fueron suspendidas por causas ajenas a nuestra voluntad, más adelante.*

Año tras año, hasta hoy día, la Hermandad, el duro trabajo de las personas responsables y la situación económica fue favoreciendo a mejorar nuestrasRepresentaciones, adquiriendo un enorme esplendor y riqueza teatral, con un amplio despliegue técnico ,siempre manteniendo el carácter religioso y cristiano de la que nacieron, añadiendo nuevas escenas a lo largo de los años, partiendo de las mismas que se representaban desde tiempo inmemorial; la más significativa en el año 1992, con la recuperación de la Resurrección el Sábado de Gloria. Fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de la Comunidad Autónoma de Andalucía en el año 1999.

*Fuente: Libro de nuestra Real Hermandad “50 años de Pasión (1957-2007”), edición escrita de la Historia de Nuestra Semana Santa (Autores : Sebastián Burgos, Salvador David Pérez y Miguel Isidro Sellés).