Un año más, Alhaurín vive la magnitud única de la tarde del Viernes Santo
24/04/2019  //  Por:   //  Noticias, Sala de Prensa  //  Sin comentarios

La tarde del Viernes Santo las calles de nuestra villa es un hervidero de sentimientos, emociones y pasiones contenidas en nuestras calles, plazas, ventanas y balcones…, la tarde del Viernes Santo se encuentran miradas, se pierden palabras, se evitan ruidos…, la tarde del Viernes Santo se reza, se pide, se llora…,

la tarde del Viernes Santo se renueva nuestra fe, se siente nuestras creencias, se respira catequesis viva… la tarde del Viernes Santo muestra lo que somos y lo que fuimos… la tarde del Viernes Santo devotos, vecinos, visitantes, creyentes y no creyentes se agolpan, expectantes, para asistir, a una de los procesiones más conocidas y emblemáticas de la provincia de Málaga, la procesión de “Las Tres Caídas”…, para los hermanos y hermanas de Jesús Nazareno es la procesión de la tarde del Viernes Santo.

Y así empezaba, un año más, nuestra tarde de Viernes Santo con la representación en la Plaza Nueva, de Jesús de nuevo ante Pilato, segunda parte del Juicio, la flagelación, condena a muerte, y la esperada “Entrega de la Cruz” que recibe un Jesús ya dolorido, magullado y afligido… Un Jesús que caminará por la Vía Dolorosa alhaurina hasta el Gólgota: “Jesús camina hacia el Calvario. /¡Oh dulce Jesús ¡/ Danos fuerza para mirar/ La cruz con tus ojos/ Buscarla con deseo/ Y abrazarla con tu amor. /Gloriándonos y no descansando/ Hasta morir en ella./ ¡Dios te salve, oh árbol de la vida¡ /Por cuyo fruto, todos los mortales /Podemos alcanzar la vida eterna”.

Mientras en la Ermita y en la Plaza de San Sebastián se preparan nazarenos, hombres y mujeres de trono, las bandas de música, las mantillas, los hermanos y hermanas que acompañarán a Nuestro Padre Jesús Nazareno y a María Santísima del Mayor Dolor, y autoridades civiles y militares, entre las que, en esta ocasión, destacó la presencia del Excmo. Señor General Don Juan Jesús Martín Cabrero, antiguo General Jefe de la Brigada de la Legión “Rey Alfonso XIII”, que además de asistir a nuestras representaciones dio el Toque de Honor al trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que esperaba entre lirios moraos.

El Toque de Honor a María Santísima del Mayor Dolor lo realizó “Ángeles Malagueños de la Noche”, los cuales momentos antes habían encendido la Vela Solidaria, entregada a este ONG la noche del Pregón de la Semana Santa 2019. En esa tarde, nuestra Señora lucía en su fajín la medalla donada a la Hermandad, el pasado mes de junio, por el Cardenal Carlos Amigo Vallejo, así com el emblema Legionario entregado, el pasado mes septiembre, por el Teniente Coronel Don José Hidalgo. Además, la candelería de la Virgen llevaba junto al escudo de Nuestra Real Hermandad la Cruz de Jerusalén, en recuerdo de la Peregrinación a Tierra Santa del pasado febrero. Del mismo modo las velas más altas, las “Marías” lucían escudos heráldicos de las Basílicas del Santo Sepulcro, Nazaret y Belén.

Portada por las hermanas caminaba nuestra Virgen y por los hermanos “Padre Jesús” al son las bandas de Nuestra Real Hermandad Cornetas y tambores, “Boinas Negras” y “Boinas Morás”, y los acordes armoniosos y serenos de la Banda de Música.  Todos ellas, rodeadas de creyentes ataviados como nazarenos de túnicas moradas y doradas, que llevaban enseres cargados de tradición e historia, y entre ellos la reliquia Lignum Crucis, cuyo culto lo autorizó a la Hermandad la Parroquia y la Diócesis en el año 2008,  además de la Cruz de Jerusalén con la rama de olivo, que le fue entregada a nuestros hermanos en Tierra Santa por el Rector de la Basílica de la Agonía de Jerusalén.

Y en este solemne recorrido por las vías sagradas de nuestra villa, en esta tarde Viernes Santo, Jesús se encuentra con el Cirineo en Calle San Sebastián, que le ayuda a llevar el peso de su cruz, cae por primera vez en Calle Real, en la que su Madre y María Magdalena corren a su encuentro a protegerlo con su amor, seguidas a ellas, le espera las Tres Mujeres de Jerusalén y la Verónica para aliviar su dolor y limpiar su rostro al grito de “Milagro”…

Siguen avanzando, rodeados de la Guardia Romana, con la presencia de Pilatos, su esposa y los Sanedritas hasta Plaza Alta, donde ya la multitud les espera para que Jesús caiga por segunda vez, y es en Calle Nueva donde cae por tercera y última vez, y su Madre va de nuevo a su encuentro sin poder soporta el peso de la Cruz sobre su corazón, llenas de lágrimas como alivio para cada una de las heridas de su Hijo… De este modo hasta el Gólgota en el que se convierte, ya no la tarde, sino la noche del Viernes Santo, la Plaza de San Sebastián.

Continúa la noche del Viernes Santo en calle Nueva con el Encuentro entre María Santísima del Mayor Dolor, que espera a su Hijo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, que vuelve sereno sobre sus pasos para ir junto a su Madre, y los hombres y mujeres de trono los mecen unidos por el amor que les procesan a sus Sagrados Titulares, al sonido de “Saeta” por la Banda de Música de la Hermandad,  y también a la voz de saeta de Virginia Gámez… Y así, ambos caminan a San Sebastián para esperar, una año más, a otra tarde de Viernes Santo.

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