El “Nazareno” dejaba atrás su Ermita, los alhaurinos lo acogían en sus corazones
Comenzaba el Sábado del Día Jesús con la Diana de la Banda de Cornetas y Tambores con Escuadras de Gastadores y Guiones “Boinas Negras” por las calles del municipio, que desfilaban desde bien temprano en medio de camisetas “morá” de los jóvenes, y no tan jóvenes, hermanos y hermanas de Jesús, que repiten esta tradición con gran alegría y entusiasmos, siendo muchos de ellos quienes lo reciben en sus calles y casas, ofreciéndoles bebida y comida, y sobre todo acogiéndoles con gran cariño.
Sonaban las campanas y los cohetes a las 12 de mañana, sonaban también a esa hora las voces de júbilo de los vecinos y vecinas, y personas de fuera, que se llenaban las calles, aceras y plazas, de “morao” a la espera de llegada de los caballeros y damas legionarias del Tercio Gran Capitán, I de La Legión, H.M. H., que un año más nos acompañaba en nuestra Festividad de Gloria.
Los más pequeños formaban una nube violeta de sensaciones que presidían, el conjunto de persona que avanzan a paso “legionario”, delante de I Tercio para darles una vez más un calurosa y afectuosa bienvenida como los devotos que demuestran, cada año ser, de la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Partían del Monolito en el Pasaje de Nuestro Padre Jesús Nazareno, colocado con motivo del L Aniversario de la llegada de su Sagrada Imagen, para anunciar “illa illa aquí esta Melilla”. “illa, illa, oh, Viva La Legión”… Y así era, las Escuadras de Gastadores, Banda de Guerra, Tambor Mayor, Banderines de Compañías y Sección de Honores del Tercio “Gran Capitán” I de La Legión, Hermano Mayor Honorario de la Hermandad, con acuartelamiento en “Millán Astray” en la Ciudad Autónoma de Melilla, hacía su entrada en la localidad, un Día de Jesús más, un año más desde 1947.
Tras un pasacalle por el municipio, “La Legión” llegó a la Plaza de San Sebastián, donde una multitud “morá” la esperaba, y sonando el Himno Nacional salía al pórtico Nuestro Padre Jesús Nazareno para recibirlos, como año tras año, y los legionarios para presentarles su respeto y devoción.
Dio comienzo el acto, presentado por el Vicepresidente de Relaciones y Protocolo Militar, D. Juan Manuel Carnero Sánchez. Comenzaba dando la bienvenida a todos los caballeros y damas legionarias y a los presentes, entre los que destacaba el Coronel Jefe del Tercio “Gran Capitán”, I de La Legión, Ilmo. Señor D. Antonio Ferrera Arriba.
En él se procedió a la imposición de medallas a los damas y caballeros legionarios, en presencia del Hermano Mayor, D. Diego Jesús Ruiz Gallego. Además de le hizo entrega de un cuadro conmemorativo al Suboficial Mayor del Tercio, D. Javier Bilbao Sáez, y al Oficial al mando de la formación, Teniente D. Jaime Bocanegra, con motivo de su primera visita en el Día de Jesús.
El Coronel Jefe del Tercio “Gran Capitán”, I de La Legión, Ilmo. Señor D. Antonio Ferrera Arriba, recibió el escudo JHS de manos de nuestro Hermano Mayor, y se realizó la despedida de Teniente Coronel, D. Alfonso Pedro Ruiz de Oña, Jefe de la I Bandera. Por su parte el Coronel Jefe del I Tercio hizo entrega de un cuadro con el emblema de La Gloriosa Legión Española a nuestra Real Hermandad.
Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación de una colombiana escrita para Nuestro Padre Jesús Nazareno por el Cabo D. Diego Cano, Jefe de la Banda de Guerra del I Tercio y por el caballero legionario D. Francisco Martín Roble, cantada por este último. Ambos hicieron entrega del pergamino con la letra a la Hermandad.
Las damas y caballeros legionarios interpretaron piezas como “El Novio de la Muerte” o “Tercios Heroicos”.
Siguiendo con la programación prevista, a las 19.00 horas, hacía su entrada en la localidad la Agrupación Musical Arroquia-Martínez de Jódar (Jaén), cual era recibida por las tres bandas de nuestra Real Hermandad y del I Tercio Gran Capitán I de La Legión, el Hermano Mayor, D. Diego Jesús Ruiz Gallego y la Junta de Gobierno, además de un numero grupo de hermanos.
Partiendo del Pasaje Jesús Nazareno se realizaba la tradicional visita a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación en la que esperaba a las bandas, a la Junta de Gobierno de la Hermandad y a nuestros hermanos una amplia representación de la Hermanad de Nuestra Señora de Gracia, Patrona de Alhaurín el Grande, presidida por la Hermana Mayor, Dña. Inmaculada Rueda García.
A continuación, las cinco bandas se desplazaron a San Sebastián donde a los pies de la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno y en la Plazoleta las esperaban una representación de la Junta de Gobierno y hermanos. Una a una fue interpretando diferentes piezas musicales, como preámbulo a la procesión para la que ya quedaba pocas horas.
Visitaban la Ermita del Convento donde las recibió el Hermano Mayor, D. José María Díaz Bravo y miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Santa Vera Cruz en el interior de la Ermita, además de un grupo numerosos de vecinos en el exterior, en la Plaza.
Dos hora y media después, Nuestro Padre Jesús Nazareno volvía a dejar atrás la Ermita de San Sebastián para caminar, llevado por los hombres de trono de la Hermandad, por las calles de la Villa, donde lo esperaba un gran gentío para verle pasear como si un de un sueño de una noche de primavera se tratase, como si su Imagen Sagrada flotara entre la noche estrellada y las casas encaladas, recibiendo el amor y la devoción de todo aquel que desde un balcón, una acera, una plaza o cualquier rincón lo esperaba.
Momentos antes, salía la Cruz Guía de la Ermita, con el terciopelo morao brillante, con la elegancia y la solemnidad de nuestras procesiones, numerosos nazarenos, grandes y pequeños, enseres impecables, olor a flores de los cirios y cruz de flores, a cera de velas, a incienso, caminar despacio de sandalias y pies descalzos, penitentes y sonrisas de niños, con nuestra bandas: Banda de Música, “Boinas Negras” y “Boinas Morá”, nuestro Hermano Mayor Honorario , el Tercio Gran Capitán I de La Legión, la Agrupación Musical Arroquia-Martínez de Jódar (Jaén), cada una interpretando diferentes piezas… Todo con el único fin de engrandecer a Nuestra Real Hermandad, pues Nuestro Padre Jesús Nazareno solo necesita su presencia y ser y estar para llenar cada espacio, cada corazón y cada alma.
Surgía Nuestro Padre Jesús Nazareno, bendiciendo a una gran aglomeración de personas en todo su recorrido, tocando cielo y guardando deseos, peticiones y anhelos. A una sola voz y toque de campana, su himno orado por sus hombres de trono, y petalada tras petalada su cabellera se fue llenando de flores, poniendo color a una noche brillante y mágica, espiritual y de devoción, de fe barroca, de júbilo y gozo cristiano, escoltado por los caballeros legionarios, y acompañado por un cuidado protocolo y devotos que le alumbraban. Sobre su trono adornado con un exorno floral de amplia gama de flores en tonos rosa, componiendo un magnífico friso compuesto por rosas mini, anturios, esparraguera rosada, rosa glass, orquídea, peonía.
Ya estaba “Jesús” en la Plaza Baja, acompañado por su Banda de Música que interpretaba “Padre Jesús”, en pocos minutos en el umbral de la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. En el Altar Mayor le esperaba la Virgen de Gracia con regocijo de la Madre que ve entrar a su Hijo, a esta su casa, como Rey de todos los alhaurinos. Muchos hermanos y vecinos esperaban en el interior de la Parroquia para recibir a su “Nazareno”, el de la túnica morá y cruz dorada, el de tez morena, ojos oscuros y mirada clara.
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