Los cultos a la Virgen de los Dolores Nazarena unen a los hermanos de Jesús de Priego y Alhaurín
Los Solemnes Cultos en Honor y Gloria de María Santísima de los Dolores Nazarena de Priego de Córdoba unieron a nuestra Real Hermandad con la Pontificia y Real Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Priego de Córdoba en una histórica visita a esta bella localidad subbética.
Respondiendo a la gentil invitación cursada por esta señera e ilustre corporación nazarena, una amplia representación de los hermanos de Jesús llegó a Priego en la mañana del sábado 7 de octubre, siendo recibida a partir de las 12:00 horas por su Hermano Mayor José Manuel Nieto González y una delegación de su Junta de Gobierno en la Iglesia de San Francisco, inmejorable exponente del barroco andaluz.
Previamente a la visita a las dependencias de la Hermandad del Nazareno, nuestros hermanos tuvieron ocasión de conocer a las Hermandades de la Columna y el Buen Suceso, que también tienen su sede canónica en el templo, saludando a sus Hermanos Mayores.
Posteriormente, tuvo lugar el emotivo recorrido por los Salones de la Hermandad de Jesús y al impresionante camarín de esta soberbia talla, salida de las gubias del imaginero Pablo de Rojas.
Posteriormente, tendría lugar un concurrido Almuerzo de Hermandad en el Mesón «El Telar».
Ya durante la tarde, nuestra Hermandad asistió, por primera vez en su ya larga historia, a la Solemne Función religiosa en Honor de la Virgen Nazarena, la cual fue oficiada por el Rvdo. P. D. Alberto Jaime Martínez Pulido, Coadjutor de la Parroquia de San Francisco de Linares, quien actuó como Predicador, y concelebrada por el Rvdo. P. D. José Camacho Marfil, capellán de la Hermandad de Jesús. Una Eucaristía, la segunda del tradicional Triduo de octubre que esta corporación nazarena realiza, y en la que nuestro Guión corporativo ocupó un lugar de privilegio en el Altar Mayor, junto al de la Hermandad celebrante. En ella destacó el magnífico acompañamiento del Coro «Compases Rocieros».
A la finalización de la Misa los Hermanos Mayores de las dos Hermandades, D. Salvador David Pérez González y D. José Manuel Nieto González intercambiaron presentes entre los aplausos y la emoción de los presentes, ofreciendo nuestra Real Hermandad un Cuadro Conmemorativo de la visita con la imagen de María Santísima del Mayor Dolor, y un bellísimo rosario de orfebrería dorada y cuentas de cristal morado para la Virgen de los Dolores Nazarena, y recibiendo por parte de los anfitriones un cuadro de su Sagrada Titular y una reliquia de la antigua túnica de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Priego de Córdoba, fechada en el siglo XIX.
Posteriormente, tendrían lugar una Cena de Hermandad y una visita a la célebre y cercana Iglesia de la Aurora.
Ya en la mañana del domingo 8 de octubre, muy temprano, nuestra representación participaría en el Rosario de la Aurora de María Santísima de los Dolores Nazarena, que salió, puntualmente, a las 07:30 horas desde el templo de San Francisco y recorrió las calles aledañas, llenas de belleza y tipismo andaluz.
En el cortejo, nuestro Guión acompañaba al de la Hermandad Nazarena, figurando, también, nuestro Hermano Mayor en la presidencia oficial. Tras la misma se celebró la tercera, y última, Eucaristía del Triduo y un desayuno en el que pudimos comprobar las bondades del célebre aceite de esta localidad.
Avanzada ya la mañana se realizó una visita guiada por nuestros hermanos que nos permitió conocer la Iglesia de San Pedro y la Capilla de las Angustias, sedes de las Hermandades de la Soledad y las Angustias y la Parroquia de la Asunción, donde radican las corporaciones del Descendimiento, la Caridad y el Rocio, y que destaca por su impresionante Capilla Sacramental, auténtica joya de la arquitectura del siglo XVIII.
También pudimos conocer el Castillo, las blancas y estrechas calles del Barrio de la Villa, adornadas de macetas, y el mirador del Adarve, con sus magníficas vistas sobre la campiña cercana a Priego, todo un mar de olivos.
Con un almuerzo en el Restaurante «El Asador» concluía un inolvidable fin de semana junto a nuestros hermanos nazarenos de Priego de Córdoba, a los que desde estas líneas agradecemos sus atenciones y amabilidad. Además de la Fe y la devoción a Jesús Nazareno, son muchas las costumbres y tradiciones que nos unen a los «Moraos» de una y otra localidad. A ellas habrá que sumar también, desde ahora, una sincera y profunda amistad.
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